sábado, 14 de diciembre de 2013

Mi primera entrevista en inglés



Por circunstancias de la vida (que en otro post comentaré), hace un par de meses me hicieron una entrevista de trabajo. En inglés.
Así en plan… I speak English very well fandango.

Tras enviar mi CV, se pusieron en contacto conmigo para preguntarme qué hora me venía bien porque teníamos que tener presente la diferencia horaria. Querían una entrevista por teléfono, pero propuse mejor Skype. Una llamada a otro país me salía bastante cara si usaba mi móvil.
Durante los días previos a la entrevista estuve “acumulando” vocabulario específico. El inglés no se me da mal, no tengo el nivel que me gustaría, pero podría ir a cualquier país sin dificultad y sin pasarlo mal. Claro, tengo inglés de la calle, pero no inglés profesional.

Quedamos a una hora en concreto, por la tarde. Y me puse muy nerviosa. No me pongo tan nerviosa cuando hago una entrevista, ya tengo algo de experiencia en hacerlas, pero es que en esta ocasión había una pequeña barrera comunicativa…
Llegó 20 minutos tarde. Tuvimos problemas con Skype: ella no me aparecía y yo no le aparecía a la entrevistadora. Y tras conectar, mi micro no funcionaba bien y el suyo hacía que su voz sonara como la de un robot. Eso no mejoraba la situación…
Vaya mal rato. Siendo consciente de que tenía que hacer un esfuerzo mayor por tratarse de otro idioma (me interesaba ir pillando esas palabras específicas que desconocía), la conexión de Skype no fue la mejor. Aunque más tarde aumentó la calidad de la llamada.

Me trató muy bien y fue muy comprensiva con mis problemas de idioma. Cuando le decía que no entendía una palabra o cierta frase, me lo intentaba explicar o bien me lo enviaba por correo electrónico. Así que al final salió todo estupendamente. Lo que pasó después de la entrevista, como dije antes, será para otro post.

Conclusiones de esta experiencia: el inglés de la calle está genial, pero el propio de mi ámbito profesional es muy necesario. No hay que tener miedo a este tipo de situaciones, lo peor puede ser la conexión a través de Internet, pero es una experiencia más de la que podemos aprender muchísimo.
En realidad, ha sido como una entrevista “normal” (persona entrevistadora + persona entrevistada + cuéntame tu experiencia + te cuento lo que buscamos en mi empresa), simplemente cambia el espacio (yo la hice en mi habitación y moví la mesa para que diera a un armario de madera lista) y el idioma. Lo demás es igual. Al final, buscar trabajo fuera es lo mismo que aquí, aunque es posible que dependiendo de país encuentres pequeños matices.

Y lo que me dio más pena (o más esperanzas en darle oportunidades a otros países): países extranjeros que te quieren dar oportunidades tras leer tu CV vs. España, que si no eres familia/amiga de alguien, ya puedes vomitar arcoíris con purpurina, que tu CV no vale un duro.


No pasa nada… Yo voy a seguir luchando aquí por ahora, que ya encontraré mi lugar como profesional.